¡La Paz de Jesús esté con vosotros!
¡La humanidad camina sobre la Tierra, displicente de la hora avanzada del Juicio Final!
Criaturas con las mentes perturbadas por los conflictos internos, con los corazones llenos de penas y resentimientos que provocan chispazos turbulentos y violentos con los hermanos de humanidad, se niegan a perdonar las faltas unos de los otros y continúan en conflictos milenarios que podrían ser apaciguados si observasen detenidamente la práctica de las Leyes de Dios.
He aquí, que se presentan delante de vosotros, tiempos difíciles para la humanidad y para el planeta, puesto que, para transponerse a dimensiones superiores, el orbe terrestre necesita ajustarse física y estructuralmente en su geología. Y en ese inevitable sacudimiento para deshacerse de la densidad que no puede llevar consigo, las tierras se mueven, los ríos se desbordan, el mar se eleva y la humanidad, insensata y frágil, es consumida.
Hermanos, de los planos edénicos parten criaturas divinas en vuestro auxilio. Seres superiores en moral y tecnología circulan libremente entre vosotros, los extraterrestres e los intraterrenos, procurando reducir los impactos dolorosos de las consecuencias de vuestras acciones insanas.
Vuestros guías, protectores, ángeles guardianes se acercan a vuestras consciencias, insuflando pensamientos elevados, mensajes de consuelo y de esperanza, para aliviar en vuestro interior, el amor, el perdón, la humildad, la benevolencia y la fraternidad.
Sin embargo, seguís apegados ferozmente a las sensaciones materiales, embrutecidos por pasiones, vicios, orgullo, prepotencia y vanidad. Y además de estos aspectos, cultiváis un apego exagerado a los bienes materiales y a la apariencia física. Y seguís sembrando discordias, tempestades y espinas, que os mantienen en los caminos de los exiliados, de los degradados.
Quien no sintonice los acordes sublimes del Evangelio de Nuestro Señor Jesús, en la práctica sincera y devocional del Amor a Dios y al prójimo, del perdón de las ofensas y de la caridad anónima, será incompatible con la Nueva Tierra, renovada, donde sus habitantes ya no más poseerán la ferocidad de los izquierdistas de Cristo, de aquellos que fallaron en el proceso de evolución.
¡Solamente los mansos y pacíficos, los que saben amar y perdonar, alcanzarán al Nuevo Mundo!
Dedicad algunas horas de vuestro tiempo diario al ejercicio de sublimar los vicios del alma y fortalecer la fe en Cristo, mientras se aproximan en alta velocidad, horas difíciles y dolorosas para la humanidad terrena.
Jesús, cual Centinela Divino Centinela de Luz y Amor, permanece a vuestro lado, para conduciros al Reino de Dios.
Seguidle, hermanos, porque Él es Camino, Verdad y Vida, y nadie va al Padre sino a través de Él.
Somos los Emisarios de Dios y trabajamos en nombre de Cristo para despertar vuestras consciencias, ayudándoos en todos los instantes, en todas las dimensiones, desde las cuevas más profundas de los abismos hasta la corteza terrestre, en todas las dimensiones.
¡Despertar, hermanos! ¡El avance de la hora exige transformación del alma!
Jesús os bendice.
Pablo de Tarso, con vosotros.
Salve, Jesús.
Paulo de Tarso
Apóstol de los Gentiles
GESH – 07/07/2023 – Vitoria, ES – Brasil