Hermanos queridos,
Dejen que sus mentes se serenen en la Paz del Maestro Jesús.
Respiren profundamente para que los efluvios divinos equilibren sus vibraciones y tranquilicen sus corazones.
Este Grupo espiritual, compuesto por las personas aquí presentes, aliado en la corriente permanente e indisoluble, como lo es el GESJ (Grupo Espírita Siervos de Jesús) y el ASJ (Abrigo Siervos de Jesús), es un farol que ilumina una larga noche oscura. Esa llama brilla porque está alimentada por la fe, la confianza y por el trabajo.
Los Siervos de Jesús es un puerto luminoso que ancla las naves en un mar bravío y tempestuoso.
¿Cúantos navíos ya tuvieron descanso y encontraron seguridad en este puerto?
¿Cúantos almas afligidas y desconsoladas llegaron hasta nosotros y recibieron aliento y paz?
¿Cuántas almas llegaron incrédulas y desconfiadas y después se tornaron fuertes?
¿Cuántas almas sedientas recibieron el agua más pura y cristalina, pero no quisieron donarla a los demás?
Muchas naves partieron y fueron en busca de otros puertos.
Hermanos, esto representa nada más que la falta de constancia del corazón humano, aún ignorante de los principios espirituales básicos. Necesitan de múltiples experiencias para descubrir que el tesoro está guardado en su íntimo ser y que aprender para servir al Padre no requiere complejas lecciones o mentes repletas de teorías, vocabulario rebuscado o bella apariencia.
Servir a lo Alto requiere apenas la simplicidad del alma, humildad y disposición.
Vengo con mi corazón expuesto y les pido a ustedes una vez más paciencia, comprensión y cariño.
Hermana Margarida, ¿cúantos dolores ya han sido padecidos por este Grupo? ¿cuántas historias tristes tenemos que contar? ¿cúantas almas queridas vimos partir? ¿cuántas más aún veremos partir? Pero la misión no ha terminado.
Es necesario saber que el libre albedrío es la llave preciosa que lleva al ser humano a su auto-conocimiento. Muchas veces es necesario que las repeticiones ocurran para que las lecciones sean aprendidas por medio del recuerdo de los dolores.
Para ver a nuestro pequeño retoño caminar con sus propios pies es necesario que tropiece y caiga innumerables veces hasta que con pie firme pueda caminar erguido. Es verdad que el padre y la madre jamás permitirían que la criatura se aventure sola por caminos peligrosos; la acompaña y siempre vela por ella, aunque su mirar infantil no le permita percibirlo.
Es necesario que sus corazones sean superiores a los dolores.
Es necesario que su amor sea tan profundo en relación a sus hermanos que vacilan, caen o siguen otros caminos, para que de ustedes salga la Luz que aclare sus senderos.
Todos, algún día, retornarán al Padre. El período y la distancia a ser recorrida es determinada por el espíritu. Agradecemos al Padre la manera como ese conocimiento es adquirido, o sea, por mérito propio, y también por medio de dolores y sufrimientos únicos.
La Luz acompaña a cada nave que un día estuvo en este puerto y aquí adquirió un poco de Amor y un poco de Paz.
Deseo que sus almas queden repletas de alegría y agradecimiento por la oportunidad de poder partir con las otras embarcaciones, tanto las que ya se fueron como las que ahora llegan, pues el Puerto permanece abierto y acogedor.
El Amor y la Unión son los cimientos de ese Puerto y lo mantienen fuertemente protegido de las más fuertes tempestades, en las diferentes fases lunares, y tanto en la alta como en la baja marea, a fin de que las almas puedan encontrar un lugar seguro donde ser amparadas.
Su hermano,
Shama Hare, 17/09/99
GESH, Vitoria (ES), Brasil
Nota: Este mensaje respondió a una petición que hicimos en pro de los compañeros que dejaron el Grupo. Creo que este mensaje servirá también para otros Grupos que pasaron o pasan por la misma situación.
Margarida