¡Amados discípulos!

Que la paz y el amor estén con vosotros.

De lo Alto os guiamos y tengan la certeza de que vuestros esfuerzos siempre serán coronados por la victoria y, cada uno, dentro de su merecimiento, modificará su alma para entrar al Nuevo Mundo.

La precariedad de los bienes terrenales no favorece, en nada, al espíritu eterno. Solamente aquellos que procuran cultivar las virtudes del alma alcanzarán a la Tierra Renovada.

Mantenerse en una postura orgullosa, no aceptar los dictámenes del Evangelio de Cristo, no desarrollar la humildad y el perdón de las ofensas, mantiene al alma hundida en los densos valles de los planetas atrasados ​​y primitivos.

Hermanos, ¿por qué permanecer en rebeldía y revuelta, cuando el Cristo asiente con la felicidad futura a quienes Lo siguen, cumpliendo Su mandamiento de amor?

¿Hasta cuándo ustedes permaneceréis impermeables al llamado de vuestros Guías y Tutores, que en nombre de Dios os exhortan a renovación, al trabajo por el mejoramiento del alma a través de la práctica del amor, del perdón de las ofensas, del trabajo en favor de los necesitados?

¿Por qué es tan difícil renovarse ustedes con el Cristo? ¡Milenios han transcurridos y vuestras almas permanecen atrasadas, ignorantes y densas!

¡Hermanos, el tiempo no os aguardará la renovación!               

Urge el progreso de la criatura, porque, si el intelecto y la tecnología avanzan vertiginosamente, trayendo innovaciones para la materia, el alma inmortal permanece carente de iluminación.

¡Deseáis la tecnología extraterrestre para dominar los pueblos, para construir equipamiento bélico cada vez más refinados para la destrucción de los cuerpos físicos, pero permanecéis ignorantes en cuanto al destino del alma eterna, determinando para vosotros un futuro de dolor, sufrimiento y crujir de dientes!

¡No es la fortuna material la que trae la felicidad para el alma eterna!                   

La naturaleza, por más que sea agredida, busca medios de regenerarse y la vida se renueva, indiferente a las agresiones humanas, porque el Planeta, como ser vivo, se renueva constantemente, en la búsqueda del equilibrio. Y en ese afán de revigorizarse, modifica la estructura de la corteza terrestre, trayendo grandes pérdidas a esta humanidad.

Y la Tierra avanza a por las dimensiones, para salir de la esclavitud de los humanos atrasados ​​y alcanzar un plano de Luz y de Paz, donde una nueva humanidad, constituida de paz y armonía, no agredirá más a su núcleo.

Humanidad terrena, despertad a vuestras oscuras acciones que siembran el odio, la violencia, la maldad, los vicios, las pasiones brutales, la guerra, el hambre y la miseria. La cosecha, llena de dolores, sufrimientos, desesperación y locuras, ya se inició.

Solamente en Jesús, en el Amor de Cristo, encontraréis el alivio y el consuelo para afrontar las luchas y no dejarse arrastrar por la rebelión.

¡Amaos!

¡Perdonaos!

¡Haced al prójimo aquello que os gustaría que os hiciesen!

¡Amad a Dios sobre todas las cosas!

Es el camino y los recursos para proseguir en la jornada y alcanzar la victoria del espíritu.

La paz de Nuestro Señor Jesús Cristo esté con vosotros.

Ramatis, con vosotros.

¡Salve, Jesús!

 

Maestro Ramatis

GESH – 20/01/2023 – Vitoria, ES – Brasil

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